Las tres caras de Eva

Esta película, del año 1957 y dirigida por Nunnally Johnson, relata la historia real de una mujer llamada Eva White que tiene tres personalidades. El nombre actual de este trastorno es «trastorno de identidad disociativa».

Pese a todas las posteriores críticas que tuvo la película, fue muy importante en el ámbito psicológico y ayudó a visibilizar este tipo de trastorno.

Trauma y disociación

¿Qué es la disociación?

El término «disociación» proviene en primera instancia de la química, donde se utiliza para hacer referencia al proceso de SEPARACIÓN de complejos, moléculas o sales.

Pues bien, en psicología se utiliza para hacer referencia a los procesos en los que la conciencia se SEPARA. Esta separación de la conciencia ocurre cuando vivimos una experiencia muy dolorosa. Es una experiencia que está totalmente ligada a las experiencias traumáticas. Entonces, una parte de nosotros/as se evade para protegernos del dolor y para permitirnos sobrevivir. En palabras de Van der Hart et al (2008), este mecanismo consiste en “escindir la conciencia, haciendo así la experiencia más soportable”.

Trauma y disociación

¿Qué sentido biológico tiene este mecanismo?

Como decíamos, la disociación es un mecanismo muy complejo que nos permite alejarnos de una realidad que vivimos como terrible. Para explicar el sentido biológico de la disociación es necesario entender los mecanismos de afrontamiento ante las amenazas con los que contamos los humanos (explicamos las bases neurológicas en este artículo).

De los tres mecanismos que explicamos a continuación nuestro cerebro elige de manera REFLEJA el que considera que va a ser más efectivo para nuestra supervivencia. De esta manera, cada cerebro elegirá la manera que considere más efectiva en base a sus experiencias personales actuales, como por ejemplo su fuerza física, su edad…. o sus experiencias personales previas, como por ejemplo su estilo de apego.

1.Buscar ayuda

En primera instancia, se activa el mecanismo de buscar ayuda.

2. Atacar

Nuestro cerebro elige esta opción cuando no hemos logrado conseguir ayuda y cuando considera que tenemos posibilidades de ganar ante nuestro/a atacante.

3.Huir

Cuando no tenemos posibilidades de buscar ayuda ni de ganar mediante el ataque, huiremos.

4.Paralizarnos

Y si no, nos paralizaremos. Este es un mecanismo de supervivencia que nos hace quedarnos quietos/as para pasar lo más desapercibidos/as posible. Biológicamente, sería «hacernos el muerto» para que nuestro/a atacante considerara que no somos comestibles por poder estar podridos/as. En estos casos, donde no podemos huir ni atacar. Este mecanismo incluye, incluso, secreción de endorfinas que actúan como anestésicos naturales contra el dolor físico.

¿Qué tipos de disociación hay?

Hay distintos tipos de disociación en función de qué experiencias traumáticas haya tenido que vivir la persona.

Si la amenaza es alargada en el tiempo (por ejemplo, abuso sexual infantil), la persona tendrá que emitir mas respuestas defensivas y durante más tiempo. Casi siempre, estas respuestas defensivas serán inútiles a la hora de defenderse del trauma, y además serán también un obstáculo para la supervivencia. Así, el cuerpo disociará estas respuestas defensivas porque emitirlas supondría un peligro. Por ejemplo, un niño al que maltratan podría recibir más golpes aún si muestra respuesta de ataque, por lo que su su cuerpo se ve obligado a escindirlas.

Estas respuestas defensivas asociadas a los traumas que se disociarán van a constituir las que se disociará se denomina PARTES EMOCIONALES. Y la parte de la persona que seguirá viviendo «como si nada» es la PARTE APARENTEMENTE NORMAL.

  • La parte emocional guarda las memorias y emociones asociadas al momento traumático. También, como comentábamos, guarda la respuesta a la amenaza que dio la persona en el momento del trauma. Así, habrá partes emocionales ligadas a la lucha, la huida o la congelación. Cada PE (parte emocional) tiene su propia forma de ver el mundo y de afrontarlo.
  • La parte aparentemente normal (PAN) EVITA a toda costa las partes emocionales , ya que le compromete la supervivencia. Así, utiliza mecanismos de evitación tales como minimizar el daño, racionalizarlo, culparse…La PAN siente que el trauma no le está ocurriendo a ella. Esta parte se relaciona con las actividades de la vida diaria: regulación de la energía, exploración social, el apego…

En general, cuanto mayor sean los traumas y cuanto más temprano se incien, más fragmentación de la personalidad habrá.

Disociación primaria

Se da cuando la persona vive un trauma simple, es decir, puntual en el tiempo, y no consigue defenderse de él. Entonces, esta respuesta ante la amenaza queda frustrada y se convierte en una PE.

Esto solo puede darse cuando la persona no había vivido traumatización previa. Esto significa que se da en personas con apego seguro.

Así, estas personas cuentan con su PAN y con una PE asociada a ese trauma puntual.

Disociación secundaria

Se da cuando la persona vive un trauma complejo (persistente y alargado en el tiempo). Así, la persona emitirá respuestas ante el trauma que quedarán frustradas. Todas estas respuestas frustradas darán lugar a varias PE.

Terapia para el trauma en Galapagar

Así, habrá PE relacionadas con el ataque (partes rabiosas), PE relacionadas con la huida (partes que quieren evitar el peligro a toda costa) y PE asociadas con la congelación (partes relacionadas con la sumisión ante situaciones de peligro). La persona tendrá su PAN y varias PE.

Hay veces que incluso una PE puede dividirse en dos PE. Por ejemplo, la PE relacionada con la congelación puede guardar en una subPE las sensaciones corporales y en otra subPE los pensamientos.

Puede haber múltiples opciones en función de cómo sea la persona y de qué manera haya vivido el trauma.

Psicólogos en Galapagar

Disociación terciaria

Es el tipo de disociación más grave. Se da cuando la persona ha vivido traumas complejos muy graves.

En este tipo de disociación, además de escindirse las PE asociadas a las respuestas defensivas, se disociará también a PAN, ya que no habrá conseguido seguir con su vida diaria y hará estas escisiones como intento de lograrlo. Así, la persona tendrá varias PAN y varias PE.

Aquí llegamos al trastorno que la protagonista de la película que da título a este artículo sufría. Esta disociación terciaria se denomina «trastorno de identidad disociativa». Antiguamente era llamado «trastorno de personalidad múltiple».

Se da cuando la persona desarrolla múltiples personalidades (PANs) que va alternando .Cada personalidad puede tener un nombre, una historia vital, un lenguaje corporal distintivo… Lo más común es que las personas que sufren este trastorno también sufran de amnesia disociativa (explicaremos más adelante lo que es).

Fragmento de la película donde se ve a Eva cambiar de PAN.
Aunque sea en inglés, se aprecia perfectamente el cambio a través del lenguaje no verbal.

¿Cómo se relacionan entre sí estas partes entre sí?

Como ya hemos dicho, la PAN intenta de todas las formas posibles evitar las PE. Esto, aunque en un momento de la vida de la persona fue útil, cuando se alarga en el tiempo supone una cronificación del trauma. Esto es porque al quedar las PE rechazadas por la PAN, es muy difícil «convencerlas» de que ya no hay traumas y de que ya no es necesario mantener las respuestas de defensa.

Además, entre las PE también puede haber desencuentros. Por ejemplo, una PE asociada a la respuesta de ataque (una parte llena de rabia), puede sentir desprecio e ira por la PE asociada a la congelación por no haberse defendido.

Estos «rechazos» entre las partes se denominan fobias disociativas.

Otro fenómeno que puede darse en la amnesia disociativa (lo que le ocurre a Eva en la película). Hace referencia a la imposibilidad de recordar, ya sea total o parcialmente, las memorias traumáticas asociadas a las PE. También puedo ocurrir que cuando una PE tome el control de una persona, luego la PAN no lo recuerde.

En los casos más graves, se puede llegar a olvidar el nombre propio o tu ocupación profesional. También en casos graves pueden darse las llamadas «fugas disociativas», en las que la persona realiza viajes o actividades fuera de lo usual y luego es incapaz de recordarlas.

Fragmento de la película donde Eva explica sus episodios de amnesia disociativa
Os dejamos el trailer de otra película cuyo protagonista sufre amnesia disociativa: «Vals con Bashir». En esta ocasión el protagonista es un veterano de guerra.

Además, cuando una PE toma el control , la persona puede vivir sensaciones llamadas «despersonalización» y «desrealización». Son sensaciones de no ser tú la persona que está actuando. Puede vivirse la realidad como si fuera lejana o como si fuera una película donde tú fueras un mero espectador.

También, al no sentir la persona que las PE son partes de sí mismo/a, puede sentir sus voces como «monstruos» que le han invadido o como voces externas a si mismo/a.

¿Qué parte toma el control de la persona y por qué?

Normalmente es la PAN la que tiene el control de la persona. Sin embargo, cada PE tiene disparadores que la hacen tomar el control momentáneamente. Los disparadores son estímulos que «despiertan» esta parte. Suelen ser estímulos asociados al peligro y al trauma.

¿Os acordáis que decíamos que la PAN no tiene la sensación de estar viviendo el trauma? Pues las PE al revés. Tienen la sensación de que el trauma y las amenazas de peligro está SIEMPRE ahí. Pierden la capacidad de distinguir entre pasado y presente. Así, cada vez que un disparador las «despierta» las PE toman el control y comienzan a emitir las respuestas defensivas, ya que consideran que el trauma está ocurriendo es ese momento. Esto se llama REEXPERIMENTACIÓN.

Esto hace que cuando la persona que vive con disociación vuelve a vivir una amenaza, repita las respuestas que dio en los momentos traumáticos (son las llamadas «tendencias de acción«). Es decir que cuando una persona que sufre disociación vive una nueva amenaza traumática, ya no repite el esquema de 1º pedir ayuda, luego atacar, luego huir y si todo esto no funciona congelarse, si no que directamente repite la respuesta que emitió en los anteriores traumas.

Estas tendencias de acción pueden ser funcionales para la persona o disfuncionales. Quizás a la persona le sirva emitir la respuesta «automática» para defenderse o quizás empeore aún más la situación (por ejemplo, si yo me congelo siempre que tengo miedo).

Trauma y disociación

En conclusión, este fascinante mecanismo de supervivencia puede ayudarnos enormemente en el momento de la situación dolorosa inevitable. Sin embargo puede volverse en nuestra contra si no conseguimos dejar de usarlo solo cuando ya no vivamos esa horrible situación.  

En los casos más graves, este trastorno causa muchas dificultades en la vida cotidiana y en la salud mental de la persona, por lo que es muy importante pedir ayuda profesional a psicólogos profesionales.

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