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¿Cómo trabaja un psicólogo infantojuvenil?
El trabajo con niños/as y adolescentes es diferente al de los/as adultos/as. Es necesario comprender en qué etapa evolutiva se encuentra, qué circunstancias vitales le rodean, qué estilo de apego ha desarrollado, qué dificultades han podido surgir en su neurodesarrollo… Las herramientas de la psicología infantojuvenil son concretas para explorar estos campos y siempre se presentan al niño/a o adolescente en forma de juego o dinámica para que éste se motive y participe de manera activa.
¿En qué te ayudamos?
Si buscas un psicólogo infantil o juvenil en Galapagar, estamos especializadas/os en los siguientes campos:
- Realizamos evaluaciones neuropiscológicas con el fin de encontrar posibles trastornos del neurodesarrollo: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Trastorno del desarrollo intelectual (TDI), discalculia, dislexia…
- Evaluación de altas capacidades intelectuales
- Evaluación de aspectos emocionales: ansiedad y depresión infantojuveniles
- Intervención en alteraciones conductuales y desregulación emocional. Fomentamos el autocontrol conductual y la inteligencia emocional de los pequeños
- Duelo infantil y juvenil
- Acompañamiento y tratamiento de los síntomas derivados de los traumas (TEPT)
- Tratamiento de miedos infantiles
Además, también trabajamos con las familias:
- Asesoramiento familiar
- Pautas educativas
- Trabajo en dinámicas familiares disfuncionales
- Aprendizaje de formas de comunicación empáticas y asertivas
¿Mi hijo/a es demasiado pequeño para ir al psicólogo?
No existe una edad específica para visitar a un psicólogo infantiojuvenil.
En la vida, cada momento es único, y está relacionado con la etapa evolutiva correspondiente, el nivel de madurez del niño/a y lo que éste ha vivido anteriormente. Es importante saber que cuanto antes pongamos solución a un problema, menos probable es que empeore. ¡Pedir información no cuesta mucho esfuerzo y puede darte seguridad!
Además, los cerebros de los/as niños/as cuentan con una capacidad muy importante: la neuroplasticidad. Es la capacidad que tiene el cerebro de realizar nuevos aprendizajes y de reconfigurarse. Es hasta los seis años cuando la neuroplasticidad se da con más fuerza. ¡Sí, los cerebros de los/as niños/as son como esponjas! Es una edad perfecta para que realicen psicoterapia, ya que van a interiorizar los cambios terapéuticos mucho más rápido que un adulto/a.
Como padres, es importante saber que nuestro papel es esencial en la evolución sana de nuestros hijos. Es importante estar informados para detectar cualquier signo de alarma, ya sea por defecto o por exceso en los comportamientos del niño o del adolescente para pedir ayuda profesional siempre que sea necesario.
¿En qué consiste exactamente la terapia infantil?
En primer lugar, se realizará una sesión informativa gratuita. Si el/la niña/o es menor de 11 años, esta sesión se realizará solo con los padres. Si es mayor de 11 años, este también acudirá a esta primera sesión. Los objetivos serán conocer el motivo de consulta y que la psicóloga les explique el proceso y la metodología que se van a utilizar en la psicoterapia.
Posteriormente, comenzaremos con la evaluación del caso. Se realizarán entre 3 y 5 sesiones de evaluación, en las que realizaremos sesiones con el/la niño/a y con la familia. El número de sesiones con el/la niño/a y con la familia dependerá del caso y de la edad del menor. Normalmente, cuanto menor edad tenga el niño/a o más participación se requerirá de los padres. Además, habrá ocasiones en las que sea necesario recabar información de otras fuentes, como el colegio, el pediatra…Se utilizarán técnicas adaptadas para evaluar el mundo emocional del niño/a y de la familia, su conducta, sus habilidades sociales y sus cogniciones.
También se identificarán los puntos fuertes del menor y de la familia, para potenciarlos y apoyarnos en ellos a la hora de intervenir.
Cuando esta fase de evaluación haya terminado, se hará una devolución de la información que se ha recabado y de las conclusiones a las que se hayan llegado tanto a los padres como al menor (siempre adaptando el lenguaje a su edad) . También se les informará del plan de tratamiento que se habrá diseñado de manera individualizada para que el niño/o o adolescente logre superar su problema.
Este plan de tratamiento será individualizado y adaptado a las necesidades de cada caso. Al igual que en el proceso de evaluación, en el plan de tratamiento también se trabajará más con los padres cuanto menor sea el niño/a. Concretamente, cuando el niño/a es menor de 11 años lo que solemos hacer es realizar sesiones semanales con el menor y además hacer una sesión mensual con la familia (dependiendo de la edad del menor y de las necesidades del caso, el menor acudirá o no a estas sesiones familiares). En esta sesión familiar informaremos de la evolución del tratamiento, escucharemos los avances que está habiendo fuera de sesión, trabajaremos dinámicas familiares, daremos pautas para aplicar en casa…
Cuando el menor es mayor de 11 años lo que haremos será establecer cuántas sesiones individuales y cuántas familiares se realizarán en función del caso. Hay adolescentes que necesitan mucho trabajo terapéutico familiar y hay otros que necesitan mucho trabajo individual y tener un espacio propio donde sentir confidencialidad. Por eso, a partir de esta edad nos adaptaremos siempre a la metodología que consideremos más eficaz para cada caso. De todas formas, los padres siempre estarán informados de la evolución de la terapia y en comunicación directa con la psicóloga.
¿Cómo le digo a mi hijo/a que va a ir a un psicólogo?
Sabemos que este punto es difícil. Sin embargo, es importante que el niño/a o adolescente sepa que va a ir al psicólogo, la razones y los objetivos que se persiguen.
Para haceros más fácil la tarea, y cuando el niño/a sea pequeño/a, os dejamos un enlace con un cuento del Colegio Oficial de la Psicología que puede ayudaros: