Depresión

Todos los trastornos relacionados con la depresión ellos tienen en común el ánimo triste, la sensación de vacío, la irritabilidad, los cambios somáticos y los cambios cognitivos que afectan a la capacidad funcional. Lo que les diferencia es la duración de los síntomas y la etiología. Os detallamos a continuación estas diferencias.

Trastornos relacionados con la depresión

1. Trastorno disruptivo de regulación del ánimo

Se diagnostica entre los 6 y los 18 años, pero la mayoría de síntomas han de aparecer antes de los 10 años. Por lo tanto, estamos hablando de un trastorno infantil.

A pesar de que en niños/as los trastornos depresivos son poco comunes (2%), en la adolescencia aumentan hasta un 7%. Además, el hecho de presentar síntomas depresivos en la niñez o adolescencia aumenta considerablemente el riesgo de padecer depresión en la adultez.

Las emociones asociadas a este trastorno suelen ser el miedo y la ira. Normalmente, antes de los seis años los síntomas son rabietas y somatizaciones, a partir de los 10 años se introducen los problemas de conducta, y ya en la adolescencia se añaden la anhedonia, la falta de apetito y las ideas autolíticas.

Concretamente, los síntomas de este trastorno son:

Depresión
  • Accesos de cólera graves y recurrentes que se manifiestan a través de rabietas verbales o comportamiento disruptivo. Estas manifestaciones tendrían una intensidad y duración desproporcionadas a la situación que las ha provocado
  • Estos accesos de cólera no concordarían con el grado de desarrollo
  • Se producirían mínimo tres veces por semana durante mínimo doce meses en al menos dos contextos distintos
  • El estado de ánimo es persistentemente irritable o irascible la mayor parte del tiempo

2. Depresión mayor

Para que se haga este diagnóstico, deben haber estado presentes cinco o más de los síntomas que describimos a continuación durante dos semanas seguidas. Además, uno de estos cinco síntomas ha de ser obligatoriamente estado de ánimo depresivo o pérdida de placer y han de suponer un malestar clínicamente significativo o un deterioro importante en las áreas social o funcional del sujeto:

  • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día. Puede ser que lo indique la persona o las personas que le rodean. En niños/as y adolescentes este criterio se sustituye por ánimo irritable
  • Disminución importante del placer o del interés en casi todas las actividades la mayor parte del día
  • Pérdida o ganancia de peso importante (sin hacer dieta)
  • Insomnio o hipersomnia casi todos los días
  • Agitación o retraso psicomotor (sensación de estar o acelerado/a o enlentecido/a)
  • Fatiga o pérdida de energía
  • Sentimientos de culpa o inutilidad
  • Indecisión, dificultad para pensar o concentrarse
  • Pensamientos recurrentes de muerte o ideación suicida

Dependiendo de la gravedad, puede ser:

  • Leve
  • Moderado
  • Grave
  • Con características psicóticas
  • En remisión parcial
  • En remisión total
  • No especificado

Además, sería necesario especificar si se cumplen algunas de estas características:

  • Con ansiedad
  • Con características mixtas
  • Con características melancólicas
  • Con características atípicas
  • Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo
  • Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo
  • Con catatonia
  • Con inicio en el periparto
  • Con patrón estacional

3.Trastorno depresivo persistente (también denominado distimia)

Para que te diagntostiquen distimia debes tener el estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día durante más días de los que no lo tienes deprimido durante al menos dos años.

Además, has de tener dos o más de los siguientes síntomas:

  • Poco apetito o sobrealimentación
  • Insomnio o hipersomnia
  • Fatiga o poca energía
  • Sentimientos de desesperanza
  • Baja autoestima
  • Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones
Depresión

Estos síntomas han de causar un malestar clínicamente significativo o un deterioro en las áreas social o funcional de la persona.

Tratamiento

Normalmente, el tratamiento de la depresión se basa en dos grandes ejes:

Tratamiento de los síntomas cognitivos

Los síntomas cognitivos hacen referencia a la visión negativa de uno/a mismo/a, de los/as otros/as y del futuro. Son las llamadas «distorisones cognitivas». Hay varias técnicas que nos van a ayudar a tratar esto, pero todas ellas tienen en común la idea de «volverse científicos/as», es decir de analizar la realidad de manera objetiva. Os contamos dos de estas técnicas:

Técnica de las 4 preguntas de Beck

  1. ¿En qué grado ( de 0 a 100) crees que tu pensamiento refleja la realidad?
  2. ¿Qué evidencias tienes de esto? Datos objetivos, encuestas, opiniones de seres querido/as..
  3. ¿Existe alguna explicación alternativa a estas evidencias? Puntos de vista alternativos
  4. ¿Qué consecuencias tendría comenzar a ver la realidad desde estos puntos de vista alternativos?

La terapia racional emotiva (Ellis)(TRE)

Este tipo de terapia propone analizar las creencias de la persona en base a este esquema:

  • A: Acontecimientos que disparan la creencia disfuncional. Por ejemplo «mi pareja me ha dejado»
  • B: Creencias subyacentes de la persona. Por ejemplo «me ha dejado porque soy una persona muy poco interesante»
  • C: Consecuencias. Por ejemplo «tristeza, miedo a la soledad, ansiedad»

Una vez que tuviéramos claro este esquema, podríamos comenzar a preguntarnos si realmente es verdad que soy una persona poco interesante utilizando el «método científico», es decir, mirando la realidad objetivamente como decíamos antes.

Terapia narrativa

Este tipo de terapia fue desrrollada por Michael White y Davd Epston durante los años 1970 y 1980.

Este tipo de terapia asume que cada persona tenemos nuestra narrativa dominante, o lo que es lo mismo, nuestra forma de contarnos lo que ha pasado, nuestra forma de narrar los hechos. Así, esta forma de narrar influye en la forma en la que vivimos los hechos.

La terapia narrativa propone cambiar la manera en la que nos narramos los acontecimientos es decir, reescribir nuestra propia historia desde otros puntos de vista.

Esta terapia analiza mucho el diálogo interno, y utiliza herramientas terapéuticas como los cuentos, las metáforas, los certificados y las cartas.

Otra de las herramientas que utiliza es la búsqueda de los»relatos alternativos», que sería la excepción en la narrativa dominante de la persona. Esta excepción se denomina «agencia personal». Por ejemplo, sería buscar el día en el que una persona que se considera muy tímida consiguió mostrarse extrovertida.

Así, comenzaríamos a preguntar: «¿entonces no eres siempre tímido/a?, ¿cómo te explicas esto?, ¿cómo lograste esto?, ¿qué te permitió hacerlo?, ¿qué dice esto de ti? ¿qué cinco adjetivos te describirían en base a esta excepción?, ¿se parece a alguien que conozcas la voz que narra tu historia dominante? ¿o a algún constructo social?, ¿qué representa esto en cuanto a tus valores personales?, ¿qué esperanzas cobran vida con este acto?, ¿y qué sueños?, ¿qué principios estás honrando con este acto?, ¿qué actos apoyan esta excepción?, ¿y qué sostiene estos actos? , «. Podríamos, por ejemplo, pedir a la persona que escribiera una carta desde su «yo extrovertido/a» a su «yo tímido/a». Y así, la persona cambiaría su enfoque y reescribiría su historia.

Otra de las herramientas que utiliza es la llamada «externalización». Consiste en externalizar el problema, es decir, en tratar el problema como algo distinto a ti. Con este enfoque, tú no eres el problema, sino que el problema es algo externo a ti que se relaciona contigo y viene a visitarte en ciertas circunstancias. Así, la persona puede construirse una IDENTIDAD en la que ella no ES el problema. Podríamos proponer a la persona, por ejemplo, que representara con plastelina su depresión, y podríamos comenzar a preguntarle: «¿qué quieres de mí?, ¿qué necesitas para irte?, ¿de qué quieres convencerme?, ¿de qué manera puedo influir en ti?, ¿qué cosas te hacen volverte pequeño?…»

Depresión
Niño externalizando su tristeza: «el monstruo de la tristeza»

Mindfulness

Os hablamos en detalle de esta técnica en este artículo. Sobre todo, el mindfulness es muy útil para aprender a manejar los pensamientos rumiativos típicos de la depresión.

Síntomas relacionales y emocionales de la depresión

Debido a que las personas con depresión suelen aislarse socialmente, parte del trabajo se dedicaría a trabar este aspecto. Además, es muy importante prestar también atención al ámbito emocional (apatía, anhedonia, estado de ánimo triste, falta de placer….).

Tal y como hemos comentado en otros artículos, para trabajar las emociones el primer paso siempre será la autoconciencia, tal y como nos explica la teoría de la Inteligencia Emocional. Una vez realizado este paso, podremos pasar a trabajar la regulación emocional, y posteriormente la empatía y la asertividad.

Quería dejaros un cuento de Jorge Bucay que representa algo muy común en la depresión: la indenfensión aprendida. Este término acuñado por Seligman hace referencia a la creencia de que ya ninguna solución va a ser posible, de que la única opción es permanecer ahí sin ninguna esperanza de cambio.

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Y para finalizar, os dejo una guía publicada por el Colegio Oficial de la Psicología sobre la depresión:

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